Mi primer castigo

Mi mente hacía caso omiso
Creo que seguía pensando que jamás me castigaría
Desnuda recostado a su lado, vi su mirada tierna y oí
Seguí su orden, me pare separada de la pared, con mis manos apoyada en ella
Y me preparé… a ser azotada, no castigada
Su mano tomó la cuerda y cuando estaba listo, menos mi mente, dio el primero de diez azotes fuertes, candentes, ardientes, que marcaron mi piel.
Lloré... se detuvo al segundo y al tercero, volvió a explicarme que era mí castigo, que no se detendría. Pidió que contara, no lo hice, mi mente se negaba, un enojo me recorrió junto al llanto desde el primero; Me cerré, me bloquee, sentí como tiraba de mis cabellos para que yo reaccione. Y sentí el cuarto azote y ya no se detuvo, aun contando él, me dio los diez que adujo en principio sería mi castigo.
Cuando terminó sus palabras no cesaron, tampoco su mano sobre mis marcas.
Volvimos a la cama, y aun con lágrimas en ojos, hablamos, mucho y al fin entendí y mi mente aceptó que el castigo fue merecido y pagué por mi culpa
Mi primer correctivo. Mi primer castigo.
He pagado por mi mala acción, por no respetarme y amarme a mi misma.
Gracias por cuidarme SEÑOR


Vida_C perra de OSCURO