

Y llegó el momento…
Ese que mis oídos jamás esperaban oir
Una sumisa me habló tan honesta y olvidando ser mi amiga dijo,
Quiero ser la sumisa de TU SEÑOR
Quise tapar mis oídos cerrar mis ojos, morder mi labios,
Pero nada funcionó y una charla llevó a otra y primero fue entre nosotras dos,
Luego junto a él y mi cuerpo cedió, mi mente se entumeció
Y sentí partir mi corazón, yo no estaba preparada…
Ella me conocía muy bien sabía todo de mí…
Mi SEÑOR no me abandonó, me comprendió, me contuvo y decidimos seguir creciendo juntos
No tengo hermana sumisa y no la tendré, pues si yo no muto y mi Señor necesita eso,
Solo daré un paso al costado, soltándome de su mano.
Deseando que se feliz y se sienta pleno.
Y lloraré mi impotencia de crecimiento, la pérdida, el desamor, a solas.
Por ahora la exclusividad me da esa paz…y quien sabe si el tiempo logren que mi mente se abra y se yo quien me sienta honesta de ofrecérselo a mi Señor
Te Amo Vida_C
1 comentario:
Cuando el sentimiento entre ambos es TAN grande... y el concenso vive en medio, no hace falta mas que eso para disfrutar la vida asi, sin terceros en medio.
Disfrutenlo, vivianlo y dejen florecer todo entre Üdes.
Publicar un comentario